Coronavirus y Dengue, cuidados durante la cuarentena
Si bien ambas infecciones son muy distintas, tienen en común la importancia de adoptar medidas de prevención individuales que impactan en lo colectivo.
Mientras los casos de coronavirus crecen en la Argentina y la atención sanitaria está principalmente puesta en el COVID-19, el país sigue cursando un brote de dengue y la notificación de casos aumenta exponencialmente.
Según los datos del Boletín Epidemiológico del 25 de abril, se habían notificado en la temporada 2019/2020 43.497 casos sospechosos de dengue, de los cuales fueron confirmados 19.007 (el 88% de ellos, de origen autóctono). Hubo 21 muertes y otros 10 fallecidos con sospecha en investigación. Hasta ese mismo día, los casos confirmados de COVID-19 sumaban 3.780 en todo el país y 185 fallecidos.
Respecto del dengue, la cantidad de notificaciones acumuladas es nueve veces mayor a la de la temporada 2018/2019. En promedio, en las últimas tres semanas se notificaron 5.014 casos por semana, casi siete veces el promedio de las mismas tres semanas epidemiológicas de la temporada anterior.
Las estadísticas muestran la necesidad de prestar atención a ambas enfermedades virales, que -pese a sus diferencias- tienen un punto en común, que es la importancia de la prevención. Porque, nuevamente, si bien las medidas preventivas son muy distintas frente a cada virus, en ambos se combinan una responsabilidad individual con una colectiva para evitar no sólo contagiarnos, sino evitar la propagación al resto de la comunidad.
Dengue: los cuatro ejes centrales
El vector del dengue es el Aedes aegypti, un mosquito que también transmite otras enfermedades como la fiebre amarilla, el zika y el chikungunya. De hábitos diurnos, el Aedes pone sus huevos en agua limpia, por eso es clave evitar tener en el hogar recipientes o lugares donde pueda acumularse agua. En este sentido, es fundamental el compromiso para evitar la proliferación de criaderos del mosquito. Las medidas preventivas pueden organizarse en cuatro ejes:
- Tapar todos los tanques, tachos o depósitos donde se pueda acumular agua. Colocar mosquiteros en puertas y ventanas. Cubrir con telas mosquiteras las cunas y los cochecitos de bebé.
- Lavar con agua y cepillo o esponja los bebederos, rejillas, canaletas, desagües y floreros, para desprender los huevos del Aedes aegypti. Cada tres días, renovar el agua de floreros, portamacetas y bebederos de mascotas. Mantener el agua de la pileta limpia y con cloro, inclusive fuera de temporada.
- Tirar botellas, bidones, latas y todos los recipientes u objetos que estén en desuso en patios, terrazas y jardines. Descartar las cubiertas de auto o guardarlas bajo techo.
- Girar todos los elementos que puedan acumular agua, como baldes, colectores de aire acondicionado y portamacetas. Después de las lluvias, verificar que no quede agua acumulada.
Al mismo tiempo que todas estas medidas deben sostenerse para ponerle coto a la reproducción del mosquito, hay cuidados individuales para evitar las picaduras del vector y las complicaciones de la enfermedad:
- Usar repelentes ambientales y personales, siguiendo siempre las recomendaciones del envase.
- Usar ropa clara que cubra brazos y piernas, en especial en las actividades al aire libre.
- Consultar de manera temprana ante la aparición de síntomas como fiebre con dolor muscular, articular, de cabeza o detrás de los ojos; náuseas y vómitos; cansancio intenso; manchas en la piel; picazón y/o sangrado en la nariz y/o en las encías. No automedicarse.
Coronavirus: aislamiento y lavado de manos
Del mismo modo que con el dengue, en las medidas preventivas del coronavirus se destacan actitudes individuales que tienen un impacto en la comunidad. Por eso, la importancia de cumplir con el aislamiento preventivo según las indicaciones de las autoridades de cada jurisdicción y de consultar ante la aparición de síntomas. Y, también, de seguir estas recomendaciones para evitar el contagio:
- Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón al menos por 20 segundos, en especial después de haber estado en un lugar público, tosido o estornudado. Si no se tiene agua y jabón, usar un sanitizante.
- Toser y estornudar en el pliegue del codo.
- No tocarse la cara.
- Desinfectar diariamente las superficies que se tocan con frecuencia.
- Antes de almacenar los alimentos, higienizar los envases con un paño embebido en solución desinfectante.
Es importante recordar que un porcentaje significativo de los infectados con el COVID-19 son asintomáticos o cursan formas leves de la enfermedad, lo que refuerza la necesidad de que las personas que necesiten salir (por razones laborales, para atender a otros o para realizar compras imprescindibles) tengan estos cuidados para contener la propagación del virus:
- Utilizar un barbijo, aunque sea de fabricación casera al salir de casa.
- Mantener una distancia mínima de un metro y medio de las otras personas.
- Al comprar en el supermercado, es preferible llevar el propio changuito que usar el del local. Planificar la compra para estar el menor tiempo posible en el local.
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Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.