Vacunas de ARN, una estrategia inmunológica prometedora

Icon Fecha 30 abril, 2021
vacunación

La pandemia del Covid-19 cambió al mundo y también provocó el gran debut de las vacunas de ARN mensajero. La enfermedad que ya causó más de 90 millones de contagios y la muerte de casi 2 millones de personas en todo el mundo se ha convertido en la oportunidad para estudia masivamente una nueva tecnología que se viene desarrollando desde hace 30 años y, de esa manera, validar su enfoque en materia de prevención de enfermedades

Se trata de una estrategia inmunológica prometedora para diversos campos de la salud, que podría ser utilizada en vacunas contra otras 30 infecciones humanas (rabia, VIH e influenza, por ejemplo), también en inmunoterapia de distintos tipos de cáncer, tratamientos para la alergia, reemplazo de proteínas mutadas, ingeniería genética y edición del genoma.

Dos de las vacunas más exitosas contra el virus SARS-CoV-2 están basadas en una nueva plataforma de desarrollo, que utiliza el innovador ARN mensajero: son las de la compañía farmacéutica estadounidense Pfizer, junto a la alemana BioNTech, y la que lleva adelante la empresa biotecnológica estadounidense Moderna. También en este método se basa la vacuna que ya están investigando en fase 3 los laboratorios alemanes CureVac y Bayer. 

Los ensayos clínicos de ambas candidatas mostraron una gran eficacia que ronda el 95%. Las dos inmunizaciones fueron aprobadas para uso de emergencia por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), la reguladora médica estadounidense. En nuestro país, la vacuna de Pfizer también fue autorizada por la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para el registro de emergencia.

Cómo funcionan las vacunas de ARN mensajero

En lugar de utilizar todo el virus para generar una respuesta inmunitaria como sucede en las vacunas clásicas -como las que son contra el sarampión y la poliomielitis, por ejemplo-, las vacunas de ARN mensajero se basan en las proteínas de pico externas del virus, espiga o spike. Los científicos identificaron el código genético que utiliza el coronavirus para producir estas proteínas espiga y emplean moléculas llamadas ARN (protegidas por una capa de nanopartículas lípidas) para transportar esa información a las células humanas. 

Cuando la vacuna se inyecta en el organismo ingresa a las células sanas donde ayuda a producir proteínas o antígenos específicos del coronavirus, esas puntas tan características que están en su superficie, las cuales inducen al sistema inmunológico a generar una defensa que, según se espera, permanecerá de guardia durante un tiempo con la facultad de reconocer y neutralizar el coronavirus en caso contagio.

La ventaja de este método es que no hay necesidad de cultivar un patógeno en el laboratorio, porque es el organismo el que hace la tarea. Por esa razón, estas vacunas se desarrollan más rápidamente y en grandes cantidades. En tanto, el desafío es que esta vacuna, envuelta en una cápsula protectora de lípido, debe almacenarse a muy baja temperatura (entre 60 y 80 grados bajo cero) porque el ARN es frágil. 

Una nueva era de inoculaciones

Sobre la base de esta exitosa plataforma, en el mundo científico ya se habla del punto de partida de una estrategia inmunológica prometedora contra varias enfermedades existentes. 

Vacunas de ARN una estrategia inmunologica prometedora NOTA scaled

Los doctores Drew Weissman, Katain Karikó y Norbert Pardi, de la Universidad de Filadelfia, Estados Unidos, que en 2015 crearon el envoltorio adecuado para que el ARN mensajero llegara a las células del sistema inmune, ya están desarrollando nuevas vacunas de ARN para 30 enfermedades infecciosas diferentes, de las cuales cinco de ellas están probándose en humanos: dos contra el virus del sida, una contra la gripe estacional, otra contra todas las gripes, y otra contra el virus del herpes genital. Esta tecnología tiene un potencial enorme, explican los especialistas, porque el ARN permite atacar a muchos patógenos, no sólo virus, sino también parásitos como el de la malaria.

La biotecnóloga de la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, España, María Coronada García Hidalgo, asegura en su artículo Vacunas de ARN: la más prometedora generación de vacunas que “por su versatilidad y su bajo precio, las vacunas de ARN se pueden aplicar en diversos campos”, y agregó que “la necesidad de encontrar tratamiento contra enfermedades que no lo tienen, así como el deseo de mejorar la eficacia del tratamiento de aquellas que sí lo tienen, ha llevado al desarrollo de nuevas vacunas, entre las que se encuentran las de ARN. Resultan muy interesantes, ya que combinan las ventajas de las vivas atenuadas con la seguridad de las recombinantes. Así, abren un nuevo mundo de posibilidades en campos como el cáncer o en enfermedades de gran variabilidad, como el sida o la gripe”.

Icono InfoFuentes:

Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT); Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés); “ARN: la más prometedora generación de vacunas” María Coronada García Hidalgo, Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España. Diario El País de España.