Dengue: los riesgos de automedicarse
Fiebre y dolor de cabeza son síntomas de la enfermedad. Muchas personas pueden confundirlos con otros trastornos más leves y tomar medicamentos sin consultar con el médico.
Desde 2019, América del Sur y el Caribe enfrentan brotes significativos de dengue. Durante el 2024 se reportaron en la Región de las Américas un total de 12.951.652 casos sospechosos de dengue. Esta cifra representa un incremento de 185% en comparación al 2023 y 361% con respecto al promedio de los últimos 5 años.
El dengue presenta síntomas como fiebre, náuseas, vómitos, erupciones cutáneas y dolores en diversas partes del cuerpo (cabeza, ojos, músculos, articulaciones y huesos). Estos síntomas, similares a los de una gripe común, llevan a muchas personas a optar por la automedicación con analgésicos o antiinflamatorios no esteroides, como el ácido acetilsalicílico (aspirina).
Sin embargo, automedicarse en este contexto no solo es ineficaz, sino también peligroso. El ácido acetilsalicílico (aspirina), por su efecto anticoagulante, interfiere en la coagulación de la sangre y puede causar hemorragias, como sangrado nasal o gingival. Además, al reducir la fiebre, puede enmascarar la gravedad de la infección, retrasando la consulta médica y aumentando el riesgo de complicaciones.
La situación se vuelve aún más riesgosa si el paciente ya ha tenido dengue y se infecta nuevamente con un serotipo diferente, lo que incrementa la probabilidad de desarrollar dengue grave. En estos casos, el uso de anticoagulantes puede agravar síntomas como sangrados internos o externos, poniendo en peligro la vida del paciente.
Es importante recordar que la automedicación también puede desencadenar efectos secundarios graves, como vómitos persistentes, dolor abdominal, somnolencia o irritabilidad, dificultando aún más el diagnóstico y tratamiento oportuno.
Los signos de alarma de un posible dengue grave incluyen dolor abdominal intenso, vómitos frecuentes (al menos tres en 24 horas), sangrado de mucosas, vómitos con sangre o sangre en las heces, así como sensación de agotamiento, inquietud o irritabilidad.
Por estas razones, ante cualquier síntoma compatible con dengue, es fundamental evitar la automedicación y consultar de inmediato a un profesional de la salud. Recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento supervisado puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y complicaciones severas.
Fuentes:
Boletín Epidemiológico, Ministerio de Salud de la Nación. CDC, Centros de Control de Enfermedades de los Estados Unidos.
Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.