El sistema de salud argentino

Argentina cuenta con un sistema de salud complejo y fragmentado, situación que genera no solo inequidades en el acceso, sino que favorece un desempeño por debajo de su potencial. 

 

 

 

La oferta en el sistema de salud argentino se estructura sobre tres subsectores principales: el sector público, las obras sociales y los seguros voluntarios o prepagas.

El subsector público, con financiación y provisión públicas, está integrado principalmente por las estructuras administrativas provinciales y nacionales y la red de hospitales públicos. 

El subsector de obras sociales se comporta como un seguro social obligatorio organizado en torno a entidades que agrupan a los trabajadores, según ramas de actividad. 

Finalmente, el subsector privado se financia con los gastos de las familias (también denominados gastos de bolsillo), que incluyen consumos programados (pagos por las primas o mensualidades de las empresas de medicina prepaga o mutuales) y esporádicos (también denominados desembolsos directos).

En cuanto a la demanda, se puede distinguir aquellos que solo acceden a los servicios públicos de quienes, además, tienen cobertura de seguros de salud: un tercio de la población no cuenta con aseguramiento formal y accede solo a los servicios públicos mientras que casi dos tercios tienen cobertura de seguro (obras sociales nacionales, provinciales o de empresas de medicina prepaga).

ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA DE SALUD ARGENTINO

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Fuente: elaboración propia a partir de Tobar (2011)

Según un informe de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico con una población estimada en 44,5 millones de habitantes para 2018 (Instituto Nacional de Estadística y Censos, INDEC), la cobertura de salud en Argentina se distribuye de la siguiente forma:

POBLACIÓN SEGÚN COBERTURA. ARGENTINA, 2018

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Fuente: elaboración propia a partir de CADIME (2018)

La complejidad del sistema de salud argentino se profundiza «puertas adentro» de los 3 subsectores. Así, en el sector público pueden identificarse diferentes niveles de gestión: Nacional, Provincial y Municipal, cada uno de ellos responsables de diferentes efectores y prestaciones, pero también con distinta participación en el gasto en salud. 

En el caso de la seguridad social y el subsector privado ambos están compuestos por un gran número de organizaciones heterogéneas en cuanto al tipo de población que agrupan, la cobertura que brindan y los recursos financieros disponibles por afiliado.

Las Obras Sociales Provinciales (OSP) presentan un panorama sumamente heterogéneo en cuanto al estado económico financiero de cada una de ellas, las prestaciones que brindan, la población que cubren y el marco jurídico en el cual están encuadradas, ya que cada una de ellas actúa independientemente y son reflejo del distinto desarrollo de las jurisdicciones en las que actúan. 

Cada OSP está bajo la jurisdicción del Ministerio de Salud de cada provincia, pero actuando en forma autónoma.

Fuente: “El valor del medicamento desde una perspectiva social en Argentina y países de su entorno.
Capítulo 5. Fundación Weber (2020)”